Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī, quien es recordado como el
prayojana-ācārya, el maestro que nos guía hacia
el amor puro por Rādhā y Kṛṣṇa.
Aunque estaba rodeado de lujos, su corazón suspiraba por un solo tesoro: la asociación de los devotos de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Sus padres, preocupados por su tendencia a huir en busca del Señor, lo vigilaban constantemente y lo rodeaban de guardias. Pero el anhelo de Raghunātha era tan profundo que ninguna cadena del mundo material podía detenerlo.
En su juventud, recibió la misericordia de Nityānanda Prabhu en Panihati, a orillas del Ganges. Allí, durante el famoso festival de “dahi-ciḍā” (yogur con arroz partido), Raghunātha ofreció servicio a todos los devotos, distribuyendo prasādam con humildad y devoción. Nityānanda Prabhu, complacido, colocó su pie de loto sobre la cabeza de Raghunātha y le otorgó una bendición especial: que pronto alcanzaría a los pies de loto de Caitanya Mahāprabhu.
Con esa fuerza, Raghunātha logró escapar de su casa y viajar hacia Jagannātha Purī. Sin preocuparse por hambre, cansancio ni peligros, caminó día y noche, con el corazón encendido en amor por el Señor. Finalmente, llegó ante Śrī Caitanya Mahāprabhu y cayó a Sus pies, llorando como un niño.El Señor lo recibió con gran compasión y lo entregó al cuidado de Svarūpa Dāmodara Gosvāmī, Su secretario más íntimo. Desde entonces, Raghunātha fue conocido como Svarūpera Raghunātha, porque vivía como su sombra. Allí en Jagannātha Purī, pasó años en una vida de renuncia ejemplar: apenas comía un poco de arroz mendigado, dormía muy poco, y pasaba la mayor parte del tiempo cantando el santo nombre y escuchando los pasatiempos de Rādhā y Kṛṣṇa.
Tras la desaparición de Caitanya Mahāprabhu y Sus asociados más cercanos, Raghunātha quedó devastado. Lleno de dolor trascendental, partió a Vṛndāvana buscando refugio en los pies de loto de Rūpa y Sanātana Gosvāmīs. Allí continuó su vida de austeridad y devoción. Se estableció en Rādhā-kuṇḍa, considerado el lugar más sagrado de Vṛndāvana, y dedicó cada instante a recordar los pasatiempos de Śrī Śrī Rādhā-Govinda.La vida de Raghunātha dāsa fue de renuncia extrema: comía solo un pequeño cuenco de suero de leche o una hoja seca de arroz, y a veces ayunaba completamente. Dormía apenas una hora al día, dedicando todo el tiempo restante a cantar más de 100.000 santos nombres diariamente y a sumergirse en la meditación de los pasatiempos divinos. Su desapego era tal que los devotos lo llamaban el emblema de vairāgya (renunciación).
Pero más allá de su austeridad, lo que realmente brillaba era su amor intenso por Rādhārāṇī y Kṛṣṇa. En Rādhā-kuṇḍa, Raghunātha lloraba día y noche, suplicando por un rastro de seva a los pies de loto de Śrīmatī Rādhārāṇī. Sus lágrimas eran tan constantes que los devotos decían que su cuerpo se mantenía vivo únicamente por la fuerza del bhakti.
Por la misericordia de Raghunātha dāsa Gosvāmī, muchos de los pasatiempos de Caitanya Mahāprabhu fueron preservados. Él narró lo que había visto y escuchado a Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī, quien lo recopiló en el Caitanya-caritāmṛta. Así, gracias a su memoria perfecta y devoción, hoy conocemos muchos detalles de la vida íntima de Mahāprabhu.
Finalmente, en el año 1586, después de décadas de vida ascética y amorosa en Rādhā-kuṇḍa, Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī entró en los pasatiempos eternos de sus amados Śrī Śrī Rādhā-Govinda. Su samādhi se encuentra aún en Rādhā-kuṇḍa, donde los peregrinos se postran con lágrimas en los ojos, recordando a este gran maestro del amor divino.🌸 La vida de Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī nos enseña que incluso rodeados de riquezas y comodidades materiales, el alma solo encontrará plenitud en los pies de loto de Kṛṣṇa. Su ejemplo brilla como un faro para todos los practicantes de bhakti: renunciar no significa solo dejar cosas externas, sino entregar el corazón por completo al servicio de Rādhā y Kṛṣṇa, con lágrimas de amor y constancia inquebrantable.






0 comments:
Publicar un comentario