Śrīla Haridāsa Ṭhākura – El Nāma-ācārya

Śrīla Haridāsa Ṭhākura, una de las personalidades más gloriosas en la historia del Vaiṣṇavismo.

Haridāsa Ṭhākura nació en una familia musulmana en el siglo XV, en la región de Benapole (actual Bangladesh).

A pesar de su origen, se convirtió en el más grande ejemplo del poder purificador del santo nombre de Kṛṣṇa.

Su vida demuestra que el bhakti no se limita por nacimiento, casta o religión.

✨ Su práctica espiritual 

  • Es conocido como el Nāma-ācārya (maestro del canto del santo nombre).

  • Todos los días recitaba 300.000 nombres del Señor (aproximadamente 192 rondas de japa en el mahā-mantra).

  • Pasaba su vida en humildad, servicio y meditación constante en Kṛṣṇa.


  1. Persecución por el Kazi: 


    En cierta ocasión, personas envidiosas acusaron a Haridāsa ante el gobernador musulmán. “¿Cómo es posible –dijeron– que un hombre nacido en nuestra fe musulmana cante el nombre de Kṛṣṇa? Debe ser castigado”.

    El Kazi lo llamó a juicio y lo amenazó: “Si abandonas el canto del nombre de Kṛṣṇa y aceptas nuestra fe, te perdonaré. Si no, te mataré”.

    Haridāsa respondió con calma:
    “Puedes cortar mi cuerpo en pedazos, pero nunca dejaré de cantar el santo nombre de Kṛṣṇa”.

    Furiosos, lo condenaron a ser azotado en 22 mercados, hasta morir. Lo golpearon brutalmente, pero Haridāsa seguía cantando:
    “Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare…”.

    Los verdugos se cansaron, temiendo que él no muriera y fueran castigados. Entonces Haridāsa, por compasión, entró en un estado de trance, y ellos pensaron que había muerto. Lo arrojaron al río Ganges, pero Haridāsa emergió cantando con una sonrisa, protegido por el poder del Santo Nombre.

  2. El intento de seducción:

    Otro hombre envidioso quiso arruinar su pureza y envió a una prostituta para tentarlo. Ella llegó por la noche al lugar donde Haridāsa hacía su bhajana y se presentó con seducción.

    Haridāsa, sin enojo ni desprecio, le dijo:
    “Espera un poco, por favor. Debo terminar mis rondas de canto, después te atenderé”.

    Así pasó una noche, y otra, y otra. Mientras él cantaba sin cesar, ella escuchaba el mahā-mantra. Poco a poco, el sonido purificó su corazón. Finalmente, llorando, cayó a los pies de Haridāsa y confesó: “He venido a desviarte, pero ahora deseo únicamente servir a Kṛṣṇa”.

    Haridāsa la instruyó con dulzura: “Entrega tu vida al Santo Nombre. Adorna tu cuerpo con las cuentas de japa y canta sin cesar”.
    Desde entonces, aquella mujer se convirtió en una devota ejemplar.

  3. Encuentro con Mahāprabhu:

    Cuando Śrī Caitanya apareció en Navadvīpa, Haridāsa fue uno de sus asociados más cercanos. Aunque era de nacimiento musulmán y no podía entrar en el templo de Jagannātha, Mahāprabhu lo honraba como el más grande devoto. 

    Haridāsa vivía en humildad, en una cueva cerca de la playa de Puri, siempre absorto en el canto. Mahāprabhu lo visitaba a menudo, llevándole prasāda y hablándole con profundo afecto. El Señor lo glorificó como Nāma-ācārya, el maestro del canto del Santo Nombre.


  4. Su desaparición:

    Cuando Haridāsa sintió que su tiempo en este mundo llegaba a su fin, rogó a Mahāprabhu:
    “Mi Señor, por favor, permíteme partir antes de que Tú dejes este mundo. No deseo ver Tu partida; mi corazón no lo soportaría”.

    Con lágrimas, Mahāprabhu aceptó. Días después, Haridāsa pidió al Señor que se sentara frente a él y puso su mirada en los pies de loto de Mahāprabhu. Mientras cantaba suavemente: “Śrī Kṛṣṇa Caitanya, Śrī Kṛṣṇa Caitanya…”, entregó su último aliento.

    Mahāprabhu, conmovido hasta lo más profundo, tomó el cuerpo de Haridāsa en sus brazos y comenzó a bailar con éxtasis. Luego organizó un festival de prasāda en su honor, alimentando a todos los devotos y cantando las glorias de Su querido Haridāsa.

    Así mostró al mundo que Śrīla Haridāsa Ṭhākura es verdaderamente inmortal, porque su vida entera está fundida en el canto del Santo Nombre.


🌼 Sus Enseñanzas

  • El canto del Santo Nombre es la esencia de la vida espiritual.

  • La verdadera grandeza está en la humildad, no en el nacimiento ni en la posición social.

  • Cualquiera, sin importar su origen, puede alcanzar la perfección espiritual a través del bhakti.

  • La compasión, la paciencia y la fe en el Nombre de Kṛṣṇa son las llaves del éxito espiritual.


🌸 Verso en honor a Haridāsa Ṭhākura:

"Nāma-ācārya Haridāsa, quien cantó día y noche el Santo Nombre,
que tu ejemplo inspire siempre mi corazón a nunca abandonar el japa."

En la orilla del canto eterno,
nació un alma humilde, sin casta ni linaje,
pero con el tesoro más grande:
la fe en el Santo Nombre.

Azotado en los mercados, nunca dejó de cantar,
tentado por el deseo, respondió con compasión.
El Nombre fue su vida,
su respiración, su refugio, su todo.

Mahāprabhu lo abrazó como Nāma-ācārya,
maestro del manjar más dulce:
el mahā-mantra que limpia el corazón.
Su legado nos enseña:
con humildad y fe,
el Nombre de Kṛṣṇa concede la victoria.

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